La vida es un sueño, el despertar es lo que nos mata.

 

 

En esta cita, Virginia Woolf se refiere  tanto a la lectura como a la escritura, pues se identifican en un solo acto creativo. La creación, fruto del sueño, es la que permite al escritor, en conflicto con la realidad, emprender el camino hacia el conocimiento.

Para Borges: “La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.” Escribir es dar a luz, alumbrar ese material onírico concebido en el sueño o en la imaginación. Y este ejercicio supone encontrar un artificio para establecer un orden: el cuento, el poema, el ensayo, en fin, ordenar el desorden del material que se agita en la mente.

 

Es necesario, entonces, incentivar a nuestros adolescentes y jóvenes a que entren en el espacio de la lectura como un descubrimiento del orden que la ficción le ha impreso al sueño. Por ello, la Unidad Educativa “Alberto Einstein”, al conmemorar el cuadragésimo segundo aniversario de su fundación y la décima quinta edición del Concurso Nacional Intercolegial de Ensayo “Ana Frank” ha seleccionado a autores universales que con pericia y arte han influido de modo decisivo en este género literario.